FERIA FORESTAL EN PINOLERE Artículo de Isidoro Sánchez García


FERIA FORESTAL EN PINOLERE
Artículo de Isidoro Sánchez García
Don Isidoro Sánchez García

Los montes españoles han estado de moda últimamente por las noticias llegadas de La Mancha, ya que la señora Cospedal, responsable del gobierno autónomo del territorio de Don Quijote y Sancho Panza, amenazaba con privatizar  los montes públicos para transformarlos en cotos de caza. Sin embargo en Canarias se han puesto de moda los montes por su función social, al combinar los aspectos ambientales, protectores, productores, culturales, paisajísticos y recreativos.  De hecho la Asociación Cultural Pinolere, con sede social en los Altos de La Orotava, Tenerife, y como significativa organización social, quiso cumplir con los mandatos de la vigente ley de Montes, aprobada en 2006,  en materia referente a la formación  y la educación ambiental.

Usos tradicionales de nuestros montes
         Por ello aprovechó las fechas posteriores a la fiesta de San Isidro, mitad de mayo, para resaltar la importancia del Día Internacional de los Museos, y combinar el arte con la naturaleza. Prepararon un programa de divulgación para los chicos y para los mayores, en los que intentaron dar a conocer la trascendencia que tiene para la sociedad la existencia de los montes y su gestión sostenible, así como la importancia de sus productos como recursos naturales renovables. 

Empresas de Canarias apostando por la 1ª Feria Forestal de Tenerife
Se notó la presencia del Cabildo Insular de Tenerife así como de empresas ligadas al sector forestal, al exponer en los diferentes espacios del Parque Etnográfico de Pinolere sus mejores activos. No faltaron las librerías especializadas en asuntos forestales, ni los artesanos que usan el material de los montes para exhibir sus habilidades. Llamó la atención la presencia de técnicos y empresarios de Gran Canaria, interesados en presentar sus ofertas forestales. Pudimos hablar de las distintas etapas que han conocido los montes de las islas desde la conquista en el siglo XV hasta la actualidad. Sobre todo después de la Desamortización de 1859 y del catálogo de Utilidad Pública.  No faltaron referencias a la corona Forestal ni al Parque Nacional del Teide, ni a la demanda de las leñas y los carbones en épocas pretéritas, ni a las horquetas, ni a la pinocha, ni a la rama verde, ni al codeso ni al tagasaste. La faceta recreativa y las maderas tampoco se olvidaron, como tampoco los artesanos forestales que usaron las manos o el torno. Las coníferas y las frondosas salieron a relucir a la hora de contemplar la biodiversidad forestal de los montes canarios. Viveristas, artesanos, consultores y empresarios forestales exhibieron sus productos variados que rezumaban innovación y talento.

El visitante disfrutó de numerosas actividades.
Algunos compañeros de profesión, tanto ingenieros como guardas y agentes ambientales, evocamos etapas forestales de algunas islas y recordamos nuestras vivencias en Tenerife, la Gomera y El Hierro. Nos dio la impresión que el sábado 18 de mayo Pinolere había abierto sus puertas para que disfrutáramos de un verdadero Museo Forestal. Era la primera vez que los hacían y a pesar de la primavera sabatina resultó un éxito, a la hora de ofrecer unos productos didácticos y pedagógicos por parte de los feriantes forestales que se dieron cita en este singular espacio cultural de las medianías del valle de Taoro. No sé porqué pero me acordé mucho de don José Viera y Clavijo y don Telesforo Bravo, dos personajes del valle ligados con la historia, geografía y la naturaleza de las Islas Canarias. Ambos eran unos enamorados de los montes canarios y por eso, antes de regresar a casa, me compré unos libros para los hijos y los nietos; también para un hermano que apuesta por las energías renovables aunque ese día no pudo llevar la cocina solar que tanto le gusta promocionar; asimismo adquirí uno que trataba de 50 cosas sencillas que podemos hacer para Salvar la Tierra. Una de ellas, la 4, señala que debemos apoyar los bosques sostenibles  y por eso me alegré mucho de la presencia en la Feria de Pinolere de los compañeros forestales de Profor. Canarias.





El público respondió a las expectativas creadas


Al llegar a la Villa seguí pensando que la cultura de los pueblos se mide en función de su amor por los árboles, por la naturaleza en general. Por algo la Asociación Cultural Pinolere es Premio Canarias de la Cultura Popular.

Isidoro Sánchez García, ingeniero de montes
Mayo 2013.

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